sábado, 24 de agosto de 2013

ARTE. El Piano.




EL PIANO, LA MÚSICA Y EL CONCIERTO DEL JUEVES.
Gabriela López García.








De los instrumentos que integran una orquesta sinfónica quizá sea el piano el instrumento musical más mimado y privilegiado por los compositores desde Bach hasta Rajmaninov por mencionar algunos, el primero alemán y el segundo ruso.

La variedad de instrumentos musicales ha generado una clasificación de ellos, los hay de viento como la trompeta o el fagot, percusiones como los timbales y los platillos, y los instrumentos de cuerda como el violín o el piano. Se dice que esta clasificación data de la antigua Grecia y ha sido retomada por estudiosos para ampliarla o modificarla.

Para algunos melómanos o amantes de la música, otros instrumentos musicales también tienen lo suyo como para hacerlos destacar en un concierto: el violoncelo, la guitarra o la flauta. Recordemos el celebérrimo concierto para guitarra y orquesta de Joaquín Rodrigo o el concierto para flauta y orquesta de reciente manufactura, de Pedro Simón Rincón compositor de la ciudad de Mérida 

Decíamos que los compositores de música “clásica” o “sinfónica” han acentuado el sonido de algún instrumento de cuerda o de viento principalmente. Mencionamos a compositores clásicos como Bach pero habría que agregar a Mozart, Tchaikovski o a Beethoven, autores que la mayoría de la gente recuerda cuando se habla de este tipo de música. Habría que agregar otros autores igual de talentosos pero menos conocidos por el público  como Edouard Laló, Claude Debussy, Erik Satie o Arvo Part. En México también han existido y existen excelentes compositores como Pablo Moncayo, Silvestre Revueltas y Arturo Márquez cuya obra reciente Danzón Número 2 se toca hasta la saciedad.

En el firmamento de la música llamada clásica o sinfónica también existe un mundo especial de sujetos artísticos llamados intérpretes. Estos eruditos de la música han elegido especializarse en alguno de los componentes de las orquestas filarmónicas o sinfónicas como el arpa, la viola o de violoncelo.

Para completar esta introducción al universo de la música sinfónica, dedicaremos un espacio especial a los conciertos de piano y algunos de sus intérpretes contemporáneos de renombre mundial. Vale la pena destacar el nombre de una pianista ucraniana radicada en EUA llamada “la pianista voladora” pues sus manos efectivamente vuelan para acariciar el piano e interpretar alguna sonata o concierto para piano. Se trata de Valentina Lisitsa quien interpretó el Concierto para Piano y Orquesta de Tchaikovsi recientemente en la Sala Nezahualcóyotl acompañada por la Orquesta Sinfónica de Minería el pasado mes de julio.  Quienes asistieron a este concierto memorable no dudaran en afirmar que en nuestro país se ofrece música de calidad con intérpretes nacionales y extranjeros de extraordinaria capacidad ejecutoria al piano.

Otro concierto digno de mencionar se realizó el pasado 22 de agosto en la sala principal del Palacio de Bellas Artes. El pianista macedonio Simon Trpceski se encargó de ejecutarar piezas musicales al piano. Obras de Johannes Brahms y Franz Liszt fueron una delicia para el público asistente.
Simon Trpceski, nació en Macedonia, país que colinda con Grecia, Rumania y Albania, en 1979 y recibió en su país el Mérito Presidencial de Honor en 2009. En sus interpretaciones ha tenido el privilegio de ser acompañado por las Filarmónicas de Nueva York, Chicago y Boston, por las Orquestas de Los ángeles, Boston y Toronto. Ha grabado con prestigiosas casas disqueras como EMI y Gramaphone. Los compositores que figuran en su repertorio son Tchaikovski, Scribian, Prokóviev, Rajmáninov, Debussy, Brahmans y Liszt por mencionar algunos.

El público mexicano que asistió ese día al Palacio de Bellas se deleitó con las magistrales interpretaciones de Tres Intermezzos y Las variaciones y Fuga sobre un tema de Haendel de Brahms; además, se incluyeron obras de Franz Liszt: Veladas de Viena y la sublime ejecución de la Rapsodia húngara número 2. En esta última Trpceski mostró de que está hecho un excelente pianista. Las manos se deslizaron sobre el teclado blanco y negro con suma maestría y arrancó gritos de elogio y euforia del público al finalizar la pieza. Es innegable la calidad de la interpretación de esta obra de Liszt, pero también debemos de agregar que esta composición musical es la pieza más conocida de este compositor húngaro, quien recoge con virtuosismo, en el piano, el folclor musical de su país.

Para finalizar, vale la pena adentrarse en el ámbito de la música llamada clásica para descubrir que no es tan difícil apreciarla. Nuestro oído puede ser educado en la integración de armonía, ritmo y melodía en cada una de las variedades de composiciones musicales desde una sonata hasta un concierto. La música no sólo está hecha de ritmo como la música que se escucha con estruendo en muchos lugares públicos.

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