lunes, 23 de septiembre de 2013

ARTE. Iglesias de Yucatán.


IGLESIAS DE YUCATÁN.







Nuestro país tiene una variedad de iglesias en cuanto a su colorido 
estilístico. Nos podríamos pasar visitando cada uno de los estados de la 
República Mexicana para confirmar la verdad de esta afirmación. Los 
templos son una muestra fehaciente de la variedad de estilos 
arquitectónicos en nuestra nación y son, de alguna manera, ejemplos de 
períodos de una historia de la arquitectura en México.

Dedicaremos este espacio para nuestras reflexiones sobre arquitectura 
religiosa en el estado de Yucatán. Los franciscanos fueron la orden 
mendicante que se desplazó a esta parte de la Nueva España para 
efectuar sus tareas de evangelización. Para la realización de estas 
labores religiosas no sólo construyeron conventos e iglesias, sino que 
pintaron sus muros con impresionantes pinturas murales con motivos 
religiosos.

Un recorrido por la serie de rutas de conventos e iglesias hará notar el 
proceso de cambios en los estilos arquitectónicos. Ellos muestran 
procesos estilísticos que van de elementos renacentistas - con 
reminiscencias góticas- hasta llegar al barroco.

Si partimos de Mérida podemos dibujar dos líneas para agrupar los 
distintos conventos e iglesias diseminados en Yucatán. Una ruta iría de 
Mérida al poniente comprendiendo los conjuntos conventuales de Acaceh 
hasta Umán en una hipérbola que nos regresa a Mérida. El otro camino 
integraría Conkal hasta llegar a Valladolid, pasando por Izamal. En otro 
momento dedicaremos unas líneas a algunas de estos conjuntos 
conventuales,

La misma ciudad blanca (Mérida) tiene un sinfín de iglesias y conventos. 
Los meridanos están orgullosos  de tener la primera Catedral católica en 
su tierra y efectivamente lo es. Está dedicada a San Idelfonso y posee 
una inmensa cúpula a la manera de la Santa Maria dei Fiori de la ciudad de 
Florencia y sea tal vez la primera en América Latina.

Si partimos de los programas arquitectónicos de los conjuntos 
conventuales franciscanos encontraremos una variedad de elementos en 
un mismo estilo arquitectónico, si es que podemos hablar con propiedad 
de una forma arquitectónica definida. 

Los elementos centrales de estos edificios religiosos son claramente 
renacentistas tanto en su interior como en su exterior. Los detalles 
exteriores que se aprecian en las iglesias y conventos mayas son los 
contrafuertes laterales, una fachada sencilla y las espadañas a manera 
de campanarios.

Los componentes interiores se destacan en un claustro sencillo al centro del 
cual hay una fuente o pozo,  el convento de dos pisos. En cuanto a la 
iglesia es, regularmente, de una sola nave con bóveda de cañón con tres 
puertas: dos laterales y una central que da al atrio. 

Se distingue claramente en el interior de la iglesia la nave mayor y el 
presbiterio delimitado por un arco triunfal. La bóveda del mismo 
regularmente presenta nervaduras góticas. En este espacio se erige el 
altar, lugar sagrado desde donde se ofician las liturgias y que 
representaría la cabeza de Cristo.

Una mención especial es el ábside. En éste se pintaron murales con 
pasajes de la vida de Cristo. Estos se cubrieron posteriormente con 
retablos de madera.

En la capital del estado de Yucatán encontramos varios barrios que se 
distinguían por el tipo de oficio al que se dedicaban sus moradores. Así 
 encontramos los barrios de Santiago Apóstol, San Sebastián, San 
Cristóbal, Santa Lucía, San Juan, de la Mejorada y  Santa Ana. La 
peculiaridad de los barrios son sus iglesias, sus parques como lugares de 
reunión  y esparcimiento, y el comercio, pues en sus alrededores se 
encuentra un mercado con diversos locales de comida típica yucateca.

La nota característica de estas iglesias de barrio son sus dimensiones. 
Todas ellas son pequeñas, no tienen un convento anexo y están 
dedicadas a un santo particular. Las fachadas son sencillas y se 
distinguen sus espadañas a manera de campanarios. Se ofician misas y 
se realizan diferentes ceremonias religiosas como matrimonios y 
bautizos.

Como ya mencionamos, la capital yucateca tiene una Catedral. Está se localiza enfrente del 
Palacio Municipal y a un costado del Palacio del Gobernador. Estos 
edificios se encuentran perfectamente separados por un parque que los 
meridianos llaman Plaza Mayor. Vistos en conjunto desde el cielo se 
aprecia la retícula con que se trazó la ciudad de Mérida. Muy acorde con 
el diseño de las ciudades en la Nueva España: un cuadrado con un 
parque al centro y los edificios civiles y religiosos a su alrededor.

La Catedral de Mérida se comenzó a erigir en 1562 y posteriormente se 
le denominó catedral, pues desde ahí la jerarquía eclesiástica dirime 
los asuntos eclesiásticos que tienen que ver con las funciones y misiones de 
la iglesia católica.




jueves, 19 de septiembre de 2013

CANCIONES FAVORITAS. En tierra firme.




EN TIERRA FIRME
Autor: Adrián Abonitzio
Intérprete: Juan Carlos Baglietto






"En tierra firme" de Adrián Abonitzio fue elegida para abrir "Mami", el disco de Juan Carlos Baglietto del año 1986 y resultó una elección inmejorable, desde el primer verso que ambienta al "relato" sin revelar la trama, la continuación de una poesía extraña pero penetrante, evocadora de imágenes y emociones, e ir desarrollándose como una serie de "flashazos", muy eficaces cuando no se trata de una historia sino de reflexiones, sentimientos, emociones y valores.

En Tierra...tiene de todo, reflexión social, parábolas, nobles sentimientos, conmovedoras imágenes en una canción redonda que leída parece incoherente y desordenada y milagrosamente cantada, se vuelve una canción inolvidable.







EN TIERRA FIRME

Te escribo sobre los muebles
rayados por los años
y espero estés conmigo
para que yo pueda contar con vos.
Y si canto este cuento
voy contando el momento
entre estos muebles viejos
lo que va pasándome.

No vengo de otra cosa,
de exiliados ni homenajes,
ni alabanzas ni falsa idolatría,
ni coronas de espinas ni de estrellas,
una ruta insegura pero de la estatura
de un amor de la bruma que se fue con el sol.

Vengo a decirte
que la libertad no sirve
si nacimos para títeres;
que los sueños son de oro
aunque en tierra firme la tierra sea de otro.
Que la tierra firme la tierra sea de otro.
Que la verdad no viene en racimos,
y se oxida en busca del asesino.
La Señora Justicia anda enferma
por la noche alguien le saca las vendas.
Espero que lo comprendas, espero que te comprendas.

Después de todo,
no soy quien para darte estos consejos,
cada cual aprende de su tropiezo,
el hijo que no tengo vendrá un día
a completar lo que no podía.
Hay que plantar un árbol en cualquier parte,
demasiadas cosas para desanimarte,
te lo digo con el corazón como una ofrenda,
vale más perder el tiempo que la fuerza.
Espero que lo comprendas, espero que te comprendas.

miércoles, 11 de septiembre de 2013

ARTE, Templo Expiatorio Nacional.




Templo Expiatorio Nacional San Felipe de Jesús
Gabriela López García.





Los diseños arquitectónicos pueden utilizarse para fines civiles o religiosos. Especialmente, nos interesan los edificios religiosos llamados templos o “iglesias”. En el Centro Histórico de la Ciudad de México hay un número considerable de ellos y para ilustrar nuestros escasos conocimientos arquitectónicos nos detendremos en algunos y ojala estos puntos de vista, estimado lector, los tengas presentes cuando visites este tipo de edificaciones.

Para referirnos a las diferentes características arquitectónicas en las construcciones edilicias utilizaremos el término estilo. En el Centro Histórico existen construcciones religiosas que servirán de muestras para hablar de estilos arquitectónicos. Por eso me gustan las iglesias o templos porque son ellos una muestra contundente de estilos arquitectónicos.

En México, el estilo arquitectónico por antonomasia es el barroco y posteriormente lo fue el neoclásico. Estamos hablando de los siglos XVII, XVIII y XIX. En el siglo XX, las iglesias seguirán los últimos avances e innovaciones de la arquitectura y el urbanismo como la iglesia de la Esperanza de María en la Resurrección del Señor frente a Perisur.

Un ejemplo elocuente de edificio religioso con tendencias barrocas y neoclásicas es la Catedral Metropolitana. Su construcción se inició en 1534 y se concluyó en 1813 de tal manera que quienes contribuyeron en su edificación echaron mano de distintos estilos arquitectónicos. También hay otros templos el Centro Histórico, aparte de la Catedral, con coloraciones barrocas. Ya hablaremos de ellos próximamente.

Ahora, nos interesa hablar de un estilo arquitectónico que no se dio en México en su primera manifestación, el románico. Este estilo se da de los siglos XI al XIII y que florece en Europa. Italia es un país que hoy conserva muchos edificios románicos sobre todo Rávena antigua capital del Imperio Romano de Occidente.

Un día caminando por la calle de Madero para visitar el ex convento de San Francisco el Grande, entramos a la iglesia que está a un lado y nos llevamos la sorpresa de que es un edificio de confección neorrománica. El neorrománico es un estilo arquitectónico del siglo XIX como lo fueron el neogótico, el neobizantino por mencionar algunos. El neorrománico toma como modelo el estilo románico.

Una de las características de la arquitectura románica en los edificios religiosos es la planta  basilical latina con cuatro, tres o cinco naves y crucero de brazos salientes, bóveda de cañón y la fachada cuadrangular con un remate en forma piramidal.

Desconocíamos que el estilo neorrománico estaba en México y excelentemente bien  representando en el Templo Expiatorio Nacional San Felipe de Jesús ubicado en la calle de Madero 11.

Este templo fue construido entre 1886 y 1897, fines del siglo XIX, por el arquitecto Emilio Dondé. El templo consta de tres naves con crucero a manera de la cruz latina. Estas tres naves le dan forma a la fachada: la bóveda de la nave mayor es más alta que las bóvedas laterales.  Hay una capilla auxiliar con una estrada independiente al frente. Este templo está dedicado al primer santo mexicano: san Felipe de Jesús.

A este edificio se le designa con el término de templo porque es un edificio sagrado. Según Wikipedia, un templo expiatorio es una casa de oración donde de manera permanente está expuesto el Santísimo Sacramento para la expiación de pecados. Para los católicos, el Santísimo Sacramento se representa en un objeto. En el caso del Templo Expiatorio Nacional San Felipe de Jesús este objeto está en el altar principal o mayor, lugar sagrado, a la manera de un Cristo o una Virgen como patronos del templo.

El uso correcto del término templo se da cuando nos referimos a un edificio sagrado. Pero regularmente  este edificio sagrado lo denominamos iglesia o parroquia (católicos), sinagoga (judíos) o mezquita (musulmanes).

El termino iglesia puede ser empleado para referirse o a un edificio o a una congregación de creyentes. Cuando escuchamos la palabra iglesia siempre pensamos en un edificio dedicado al culto de un ser divino.
Espero que hayamos aclarado el uso de los términos, templo y/o iglesia. Sigamos con el Templo Expiatorio que hoy nos ocupa y que servirá de ejemplo para hablar de arquitectura.

Como decíamos arriba, este templo consta de tres naves: una nave mayor o central y dos naves laterales. El pasillo de la nave central tiene transepto o crucero que divide la nave central y el presbiterio. El presbiterio es el lugar sagrado del templo y ahí se ubica el altar. En el caso del templo que nos ocupa, en el altar se  coloca el objeto que representa el Santísimo Sacramento.

La fachada de este templo es característica del estilo románico, un frente en tres secciones. El central es más alto que los laterales. Tiene tres puertas al frente y dos laterales, por éstas se accede al interior del templo.

El interior es de una sobriedad inquietante y cada elemento que lo compone invita a la paz y a la tranquilidad. La mirada hace un recorrido por el interior del templo y se detiene en el altar donde se halla el Santísimo Sacramento, dorado y con un espejo central para irradiar luz. Quienes asisten a este lugar busca expiar sus pecados. Hay dos confesionarios, uno para hombres y uno para mujeres, donde se encuentra el medio para purificar las almas pecadoras.

Las paredes de este templo se cubren de enormes imágenes santas y su contemplación nos envuelve en un estado de sosiego. Se vislumbra en lo alto de un muro de las naves laterales un gran órgano. Sorprende su ubicación porque en los templos barrocos, éste se ubica exactamente arriba de la entrada o coro.
Los invito a que cuando caminen por la calle de Madero se detengan un momento frente a este edificio y lo contemplen con ojos incrédulos y se digan a sí mismos: en México no sólo hay barroco también hay otros estilos arquitectónicos.

martes, 10 de septiembre de 2013

CANCIONES FAVORITAS. Be my guest.






BE MY GUEST
Autores: Domino, Marascalco, Boyce
Intérprete: Fats Domino






El "Gordo" Fats Domino, de nombre oficial Antoine Dominique Domino, nació, ¿dónde se imaginan con ese nombre?, pues en Nueva Orleans obviamente, y a fines de los cincuentas y principios de los sesentas, fue el artista afroamericano que más discos vendió y rompiendo las barreras raciales, sólo Elvis vendió más discos que él y su éxito se debió, sobre todo a la originalidad, Domino revolucionó el estilo de tocar Blues de su ciudad natal, con su piano que tocaba un Woogie boogie un poco más acelerado de lo normal y su acento extraño y difícil de entender que fue adoptado por muchos cantantes posteriores a él, incluido Mick Jagger, quien declaró que Fats, era su modelo.

Domino tuvo muchos éxitos en las listas, su música que obligaba a los pies a moverse, era ideal para las fiestas de blancos y afros y para ser tocada en la radio, piezas cortas, muy rítmicas, mucha energía y mucha emoción, además las canciones de Fats se complementaban, con su personalidad de arrolladora simpatía, sí. Antoine Dominique, era un negrito simpático que le caía bien a todo el mundo.

Sus mayores éxitos fueron, como se sabe "Ain't that a shame" y "Blueberry Hill", pero tiene muchas piezas que gustan a la primera audición, es el caso de "Be my guest", típica canción adolescente de novia, fiesta y diversión que a mi me gusta con sus cierres de estrofa que inmediatamente vuelven a abrir, su piano insistente y agresivo y la voz de Domino, arrastrada, gozosa y divertida.



BE MY GUEST.

Come on baby and be my guest
Come here to party and meet the rest
Everything gonna be all right
So be my guest tonight.

We're gonna dance to the rock 'n' roll
We're gonna even do the stroll
We're gonna Lindy Hop and Suzy Q
It's a special party just for you.

My, my-oh-mine, gee you're so fine
Don't let me down
I'm the king but you can wear my crown
I'm gonna sing, my band gonna play
I'm gonna make you queen for a day
Everything gonna be all right
So be my guest tonight.

My, my-oh-mine, gee you're so fine
Don't let me down
I'm the king but you can wear my crown
I'm gonna sing, my band gonna play
I'm gonna make you queen for a day
Everything gonna be all right
So be my guest tonight



SE MI INVITADA

Vamos nena, se mi invitada
Ven a la fiesta y conocer a los demás
Todo va a estar bien
Siendo tú mi invitada esta noche.

Vamos a bailar con el rock 'n' roll
Vamos a pasear por la pista
Vamos a Lindy Hop y Suzy Q
Es una fiesta especial para tí.

Vaya, vaya-oh-mía, mira que estás muy bien
No me decepciones
Yo soy el rey, pero puedes usar mi corona
Voy a cantar, mi banda va a tocar
Voy a hacerte reina por un día
Todo va a estar bien
Siendo tú mi invitada esta noche.

Vaya, vaya-oh-mía, mira que estás muy bien
No me decepciones
Yo soy el rey, pero puedes usar mi corona
Voy a cantar, mi banda va a tocar
Voy a hacerte reina por un día
Todo va a estar bien
Siendo tú mi invitada de esta noche.









lunes, 9 de septiembre de 2013

LIBROS. De que hablo cuando hablo de correr.




De qué hablamos cuando hablamos de amor
Gabriela López García.








What We Talk About When We Talk About Love. 
Raymond Carver

Para quienes me han seguido en mis composiciones sobre arquitectura, les diré de entrada que hoy escribiré sobre literatura, otra de mis pasiones y no sobre edificios sagrados, llámense templos o iglesias.

Algunas de las novelas que he leído, se deben a que mi hijo me ha pedido que se las compre. En cierta ocasión, el pedido se trató de la novela de Haruki Murakami, Tokio Blues. Recuerdo que me platicó el argumento central y le comenté que algún día lo leería. De ese momento para acá pasó mucho tiempo y me dediqué a leer a otros autores.

Me enfrente con la escritura de Murakami después de leer la novela de Ken Follet, Un mundo sin fin continuación de su obra emblemática Los pilares de la tierra. Dos hermosas novelas que conjugan magistralmente dos de mis tres pasiones artísticas, literatura y arquitectura. En ambas obras se describe con ligereza y pasión las catedrales góticas. De verdad que leyendo aprendes algo del mundo y de ti mismo.

Pues bien, después de leer a Follet quise sumergirme en el mar de la arquitectura gótica. Ya escribí algo al respecto. Pero lo que enriquece es mirar, ver, observar aquellos majestuosos edificios que han resistido las severidades del tiempo. pero me estoy desviando de Murakami y estábamos en que después de leer a Follet, cogí uno de los libros de Murakami que están en el librero de mi casa.

Se me ocurrió tomar un libro cuyo título reza así Sauce ciego, mujer dormida, una colección de relatos escritos entre 1979 y 2005. Ahora  sé que es una colección de relatos, pero en aquel momento en que lo tomé con mis manos pensé que era una novela. La lectura de esta serie de relatos me dejó realmente desconcertada, pues no sabía qué final tendría cada relato. Regularmente cuando tienes afición por las novelas y los cuentos, el autor te da la pauta del final al inicio de los mismos. Sin embargo, esta regla aprendida por mí se rompió con los cuentos de Murakami. Puedo decir que pese a ello, los relatos me gustaron por su frescura e imprevisibilidad.  

Inmediatamente después de terminar Sauce ciego, mujer dormida tenía en mis manos otra obra de Murakami titulada De qué hablo cuando hablo de correr. Relato autobiográfico que toma prestado con suma maestría el título de una serie de relatos cortos de Raymond Carver, De qué hablamos cuando hablamos de amor. Según narra, el propio Murakami la esposa de Carver. Tess Gallagher, permitió que se tomará el título de una de las obras de su esposo para ser parafraseada.

Pienso que Murakami al tomar el título De qué hablamos cuando hablamos de amor  para denominar a su obra De qué hablo cuando hablo de correr hace un elogio al amor porque para él correr es amarse a sí mismo y esta obra que hoy nos ocupa, es una obra del amor para el amor. Como ya existía el título de la serie de cuentos de Carver, bien pudo decir: De qué hablo cuando hablo de amor.

Amarse a uno mismo es otra expresión del amor. Casi siempre pensamos en el amor de pareja cuando hablamos de amor. Pero según los expertos existe el amor filial, el amor maternal, el amor a dios y el amor carnal por mencionar algunas de las manifestaciones del amor.

El relato autobiográfico de Murakami es un relato sobre el amor a uno mismo, pues expone con sinceridad profunda el coste que significó correr y amoldar un cuerpo para las carreras de fondo. A él le gustan las maratones, correr casi 42 y cacho de kilómetros en un determinado lapso de tiempo, narra cómo fue su carrera de Atenas a Maratón. Dice que quiso recorrer la distancia que hizo célebre este tipo de competencia en la antigua Grecia y que hoy llamamos Maratón. Por las condiciones del tiempo Murakami hace el recorrido inverso de Atenas a Maratón y no de Maratón a Atenas.

Lo que me sorprendió y, además me proporcionó un nuevo conocimiento, es que los corredores de fondo buscan con afán las maratones de ciudades importantes en el mundo. Murakami ha corrido muchos maratones famosos como el de Nueva York y el de Boston. Pero lo que no tiene nombre, para mí, porque si lo tiene es la ultra maratón de 100 kilómetros en el lago Saroma (Hokkaido), una isla perteneciente a Japón.

Murakami puso empeño en esta carrera y midió sus logros en esta profesión. Considero que es una profesión, aunque Murakami corre por amor y no compite, no busca la gloria y el triunfo, su único contrincante es el mismo. Frente a él, pierde o gana. Una actitud aleccionadora para formar el carácter y la formación de la persona.

No pretendo hacer un análisis de esta obra de Murakami, lo único que pretendo es invitar a los lectores de este blog a que se acerquen a este relato autobiográfico, la segunda que para mí tiene un fuerte significado porque me enseña que la vida es una serie de logros, a veces somos conscientes de ellos, pero la mayor de las veces pasan desapercibidos y creemos que nuestra vida es plana y aburrida. 

También es una enseñanza de valores como la fortaleza y la perseverancia, pero estos no se logran si no los incorporamos en nuestra vida cotidiana a través de una serie de actitudes denominadas virtudes. En este sentido, Murakami no enseña que es la fortaleza, sino que nos muestra que para correr se tiene que ser fuerte. Nos habla de la perseverancia en la medida en que él es una persona perseverante.

Así valores, virtudes, pasiones y sentimientos se combinan  en un escritor que quiere ser corredor de fondo o en un corredor de fondo que quiere ser escritor.

La segunda biografía que me dejo profundamente marcada es la de Paul Feyerabend conocido ampliamente en el círculo de los filósofos por su obra "Contra el Método", su biografía se llama Matar el tiempo y es una profunda reflexión sobre la vida al final de la vida. Pero esto es "harina de otro costal".

Finalmente, toda nuestra vida no es más que una serie de actos de amor y algunas veces nos ponemos hablar de ellos.



domingo, 8 de septiembre de 2013

LOS DISCOS DE BOWIE. Scary Monsters.



DAVID BOWIE
"Scary Monsters"
1980




Registrado en 1980 en Nueva York y Londres, es un álbum de recapitulación, grabados después de la "Trilogía de Berlín"  (Low, Heroes y Lodger), el famoso trío de discos que Bowie grabó en su exilio berlinés a fines de los setentas, con la complicidad de  Brian Eno. Fiel a su sino innovador, Bowie cerraba una etapa y abría otra, no importa si la nueva estaba impregnada de referencias a su obra anterior, si dejaba por ahora, la experimentación extrema de la Trilogía que volvería a aparecer en los noventas, lo que destacaba era esa incapacidad del artista para permanecer por mucho tiempo haciendo lo mismo.

Y entonces hizo "Scary Monsters" con Carlos Alomar, el digno reemplazante de Mike Ronson en la guitarra, sobrio, elegante, colmado de recursos técnicos; Chuch Hammer en sintetizador; George Murray en el bajo: Dennis Davis en batería; Roy Bittan, pianista de sesión con un curriculum brillante por haber grabado con muchos artistas destacados y haber sido miembo de la E Street Band de Bruce Springsteen y como invitados de lujo: Robert Fripp y Pete Townshend en guitarras, constituyendo una banda de sobrada capacidad y elasticidad.

Visconti el productor y Bowie, trabajaron las piezas que llegaron al estudio en calidad de bosquejos y fueron dándoles forma, con una serie de tejidos sónicos superpuestos que terminaron siendo muy densos y le dieron consistencia y presencia a la obra en la que hay canciones inconfundiblemente "bowieanas" pero un tanto "retro" como si "el camaleón" hiciera un repaso de su obra anterior, reafirmarla, refinarla, regodearse con ella, antes de continuar el camino.

El resultado fue un álbum muy homogéneo, permeado del "funk" de "Young Americans", con entradas y salidas de los sintetizadores evocadores de la trilogía, y el regreso de viejas formas que tenía Bowie de componer sus canciones, y una de ellas es muy representativa y sintetiza el alma de la obra entera, "Fashion" incluye todos estos elementos, pero no hay forma de decidirse por una pieza para destacarla de las demás, éste es el disco más parejo de un artista que se especializa en eso, en redondear y unificar en calidad sus grabaciones.

Nunca ha sido considerado en la élite de los grandes discos de Bowie, pero tampoco ha sido menospreciado por historiadores y críticos, se ha mantenido discretamente en la memoria colectiva, pero cuando se reescucha, se hace notable su enorme influencia en la historia, del rock británico y mundial, con montones de bandas de fines de siglo y actuales que muestran haber aprendido de Scary... una cátedra de como hacer discos trascendentes, honestos y altamente calificados.




miércoles, 4 de septiembre de 2013

ARTE. El convento de San Francisco de Asís en la Ciudad de México.




El convento de San Francisco de Asís en la Ciudad de México
Gabriela López García.




Tres fueron las órdenes mendicantes que llegaron a México para cumplir labores de evangelización. Los franciscanos fueron los primeros en llegar a territorio mexicano y vinieron con la firme convicción de que las tierras recién descubiertas eran idóneas para difundir la palabra de Dios a una población que carecía del conocimiento de Cristo Jesús.

Los franciscanos arribaron a la Nueva España en 1524. Después de algunas vicisitudes se organizaron las custodias religiosas en la ciudad de México, Texcoco, Tlaxcala y Huejotzingo por ser lugares con una población indígena bastante numerosa.

La edificación de conventos fue una tarea prioritaria en el proceso de evangelización. Varios fueron los conventos que se construyeron para ese fin. En la Ciudad de México quizá el más importante y el más grande fue el convento de San Francisco ubicado actualmente en la calle de Madero 7, atrás de la Torre Latinoamericana.

La construcción actual data de 1710 y se puede apreciar una portada en la entrada lateral plenamente barroca. Antes de esa fecha hubo dos construcciones, pero se desconocen las fechas de su construcción y desaparición.  La primera iglesia posiblemente se fundó alrededor de 1524 pero se cayó debido al terreno acuoso en donde estaba asentada. Recordemos que lo que hoy llamamos Ciudad de México fue edificada en porciones de tierra bañadas por los antiguos lagos de Texcoco y Xochimilco. Una segunda construcción se edificó sobre la primera. Pero al igual que su predecesora desapareció. Sobre los vestigios de estas dos construcciones se levantó la actual iglesia.

El edifico y el predio actual tiene su importancia por varias razones: 1) ahí se erigió el primer convento e iglesia en la Ciudad de los Palacios, 2) en ese lugar se estableció  primera la escuela para indígenas  que fundó Fray Pedro de Gante y 3) porque se dice que  ahí tuvo Moctezuma un jardín con las aves más hermosas de los lagos para utilizar sus plumas en lo que hoy se denomina “arte plumaria”.

El predio que ocuparon los franciscanos media 32, 000 metros cuadrados aproximadamente. Esas dimensiones abarcarían un cuadrado limitado al norte por la calle de Madero, al sur por la calle de Venustiano Carranza, al oriente por la calle de Gante y al poniente por el Eje Central.

Después de la confiscación de bienes eclesiásticos en el gobierno de Benito Juárez, el predio fue dividido y el lugar que ocupa la iglesia actual es bastante pequeño.

La iglesia de San Francisco colinda con dos templos, uno católico y el otro protestante. El protestante es una iglesia metodista en la calle de Gante y la otra es el Templo Expiatorio Nacional de San Felipe de Jesús, éste sobre la calle de Madero. Por cierto, vale la pena recordar que la calle de Gante debe su nombre al ilustre franciscano flamenco Fray Pedro de Gante, quien fundó la primera escuela para indígenas nobles llamada San José de los Naturales; este edificio estaba junto al ex convento de San Francisco el Grande. En la lámina se puede apreciar las dimensiones de esta construcción religiosa franciscana.

La iglesia está en funciones y admite visitas en horarios distintos a las misas. Se entra por una puerta lateral ornamentada por una preciosa fachada  barroca. La entrada principal está clausurada. En el interior se pueden admirar tanto el retablo principal como las pinturas que engalanan las paredes laterales.

Al salir de la iglesia puede realizarse una tranquila caminata por la calle de Madero y apreciar los edificios a su alrededor de estilos arquitectónicos diversos. Vale la pena detenerse en el edificio llamado el Palacio de Iturbide para deleitarse con una fina portada barroca y las exposiciones de pintura, regularmente novohispana que ahí se realizan y que pertenecen al consorcio bancario de Banamex.

De nuevo sobre Madero, hoy calle exclusivamente peatonal, nos detenemos en la esquina de Bolívar para observar la Iglesia de la Profesa que alberga una pinacoteca de Pintura Sacra a cargo de la Compañía de Jesús, otra orden mendicante que llegó a México en el siglo XVII.

Siguiendo el curso de la calle de Madero finalmente entramos en el corazón de la Ciudad de México, la Plaza de la Constitución o “zócalo” como comúnmente la llama la gente. En ese cuadro se erigen edificios importantes para los mexicanos, pero ellos serán tema de otro escrito.



domingo, 1 de septiembre de 2013

Jazz. The Ivory Hunters.




BOB BROOKMEYER / BILL EVANS
"The Ivory hunters"
1959







Del mismo año de "Kind of Blue" es la grabación de "Ivory Hunters", un disco fuera de lo común porque tiene dos instrumentos solistas, pero no son trompeta y sax. como es común, los dos instrumentos solistas en esta grabación. ¡son dos pianos!

Uno tocado por un pianista virtuoso, pulcro, fino, con una técnica insuperable, el consentido de éste blog, el único, el inigualable, el poeta del piano ¡Bill Evans! y el otro pianista es Bob Brookmeyer, músico que tocaba principalmente trombón en varias grandes bandas, pero que también era un pianista dotado y sobre todo, hizo una carrera importante como arreglista, productor y músico de estudio, además de una labor docente importante.

Evans ya había hecho su serie de discos llamados "Conversaciones conmigo mismo" donde superponía varias capas de texturas pianísticas tocadas por él mismo en un diálogo y esto hizo con Brookmeyer, un ejercicio de contrapunto e improvisación donde los dos tecladistas entablan una plática que en momentos se vuelve tensa partida de ajedrez, porque aunque el maestro del instrumento es Evans, tiene la generosidad de no ahogar a su colega, ni avasallarlo, sino que, sin perder su habitual virtuosísmo, le da espacio para el lucimiento a quien además, era un amigo de muchos años.




Y para completar la alineación de lujo, invitaron para llevar la parte rítmica a Percy Heat en el bajo y a Connie Kay en tambores, ni más ni menos que a una de las más prestigiadas parejas de baterista y bajista del momento y de la historia del Jazz, la sección rítmica del Modern Jazz Quartet.

Otro plus de la grabación es el repertorio elegido, piezas muy conocidas y de compositores consagrados, ideales para ser reinterpretadas por músicos de talento que saben darles una vida nueva. El disco apareció como un disco de Brookmeyer con Evans de invitado y eso también lo hace especial, porque no son muchos los discos destacados en la discografía de el prestigiado arreglista.