viernes, 24 de febrero de 2017

POESÍA Y MÚSICA. No vayamos a irnos sin el mar.




ARTURO MEZA
"No vayamos a irnos sin el mar"
1984





Arturo Meza dejó su pueblo mágico como todo su Estado, una de las regiones mexicanas más tradicionales, con menor penetración de la modernidad y el progreso, llegó a la capital como muchos provincianos a ampliar sus horizontes, los de él eran los del arte y la música, en Tocumbo tocaba música folclórica y norteña pero cuando llegó a la Cd. de México, ya había escuchado otras cosas y lo habían permeado otras influencias, otras inquietudes y otras lecturas.

Allí y en el año 1984, publicó el primero de una larga serie de discos como solista que a la fecha son varias decenas, en ese primero las letras fueron textos de los grandes poetas prehispánicos, Nezahualcóyotl, textos huexotzincas y tradiciones orales recogidas por los hispanos cultos que llegaron en los primeros años de la conquista.





El trabajo de investigación y recolección de textos incluyó a Alva ixtlixóchitl, Miguel León Portilla, Garibay, Sahaún, José María Vigil,  canciones como "Canto por niño" tienen un texto que proviene de la selva lacandona, otros textos provienen de la sabiduría Kobda que aparece muchas veces en sus canciones posteriores.






Los músicos participantes fueron además de Meza quien tocó varios instrumentos (tiple venezolano, mandolina, guitarra, tambor rarámuri, sonajas, teclados y voz):

Alejandro González: Tambora
Julio Sandoval: bajo
José Luis Fernández Ledezma: teclados
Octavio Patiño: sax
Jesús Aguilar Pamil: trombón:
Juan Wolfgang: cello y bajo
Carmen Leñero: voz

Después de haber participado en grupos de Rock Progresivo como Decibel, empezó a delinear los rumbos de su quehacer musical, canciones de rock urbano, canciones con música medieval, electrónica, prehispánica y folclor.





miércoles, 8 de febrero de 2017

JAZZ MEXICANO. Bugambilia.




 GERARDO BÁTIZ
"Bugambilia"
1987





Ya es hora de revisar la obra de Gerardo Bátiz y me gustaría decir que es muy conocida, es muy probable que algunos lectores piensen o digan ¿y ese quién es? por si acaso y como mera información dire que: el Bátiz en cuestión no tiene ningún parentesco con Javier Bátiz, el sin discusión de sobra conocido roquero y bluesman; varias generaciones los separan, pues Gerardo es bastante más joven que "El Brujo"; mientras el tijuanense nació y se casó para toda la vida con el Blues y el Rocanrol, Gerardo ha sido atraido por musicas experimentales, de origen caribeño, de sonidos urbanos y rancheros de su patria y especialmente de ese género que ya no tiene nación y es ya universal, El Jazz.






También hay que decir que Gerardo se dió a conocer en México entre los setenta y los ochenta, en un momento en que apareció un movimiento de música subterránea, como se decía y aún se dice de la música que no se vende mucho, que poco se conoce y que es escuchada por grupos muy minoritarios de melómanos.






El disco de Bátiz de 1987 se distingue de "Arlequín" de 1982 en que deja el Jaz Fusión sólo instrumental con piezas cantadas y extraordinarios resultados, las canciones suenan frescas y sinceras, con sus pinceladas de intelectualidad inevitables, los músicos son gente culta que lee y se instruye, el mencionado grupo de artistas ya nos sorprendían en esos años ochentados con su creatividad y libertad: Severo Viñas quien sería muy conocido después con Real de Catorce, Juan Carlos Novelo en batería, Armando Montiel, participante de muchos proyectos en esos días, Montserrat Revah, percusionista notable y muy injustamente ignorada, Agustín Bernal, bajista con amplio reconocimiento en el mundo del Jazz, Cecilia Engelhart cantante en muchos discos y proyectos, y Felipe Souza entre otros.