sábado, 5 de marzo de 2016

CANCIONES FAVORITAS. El boiler.




EL BOILER


Nina Galindo: Intérprete.
Carlos Arellano: Compositor.



En los ochentas, en medio del "boom" del rock en español, se escuchaba en el radio "Nunca Dejaré que te Vayas", canción intimista, sentida e inspirada del cantautor poblano Carlos Arellano, una balada que abordaba el tema de la convivencia en pareja y el sinnúmero de dificultades que tal situación plantea, al tiempo que era una declaración de amor conmovedora, esa pieza me hizo buscar los discos que el susodicho tenía grabados y empecé a seguir sus pasos.


En 1993, se editó el disco "Antropofagia Amorosa" de Nina Galindo y la primera canción del álbum que me atrapó, fue "El Boiler", dí por hecho que el autor era Roberto Ponce o Roberto González o Jorge García o Catana o cualquiera de los compositores de cabecera de Nina y fue hasta que mi hija me recordó ésta canción, favorita de favoritas, que tuve la curiosidad de investigar quién es el autor, muy grande fue mi sorpresa al descubrir que era el entrañable Arellano, que tan buenas canciones nos regaló hace treinta años.

El Boiler puede ser un blues, no tiene el ritmo ni la estructura de un blues, pero sí, su espíritu melancólico y atormentado, es una balada triste y desamorada, desengañada y desesperada, y lo mejor de ella es la letra, poseedora de varias virtudes: la protagonista es una mujer, pero la canción la escribe un hombre y aún así, resulta bastante creíble y convincente; utiliza figuras literarias eficaces para crear el ambiente de tristeza y desesperación; la comparación del boiler con el hombre que se fue es genial (ninguno de los dos escapaz de dar calor a una mujer).
Lo que podríamos llamar "el hilo narrativo", mantiene todo el tiempo el interés del escucha; la casa desolada, el rito de la limpieza, el boiler defectuoso, los santos, amuletos y otros consuelos divinos, la mota, el alcohol y otros consuelos terrestres, la afortunadísima "mejor este blues que nada en la boca" y la resolución que contrasta oscuridad y luz, ¡una gran canción por donde se le quiera ver!.
 
EL BOILER.

Están ciegas las ventanas
y alto el techo
el invierno se ha quedado a residir
de mi ronco pecho
salen bluses, risas, gritos
y no dejo el rito de limpiar y sacudir
todas las mañanas se la miento al boiler
y de paso a ese que hace días se fué
no es posible que ninguno de los dos malditos
sean capaces de entibiar a una mujer.
A una mujer, a una mujer, a ésta mujer.

Duermo sola con mis cristos, mis protectoras
mis chamanas que se hacinan en la pared
paso semanas sin un clavo en la bolsa
milagrosa cosa ésta de negarse a caer
mejor fumo el humo de la risa loca
mejor bebo el anís de la felicidad
mejor este blues que nada en la boca
mejor esta luz que la obscuridad.
Que la obscuridad, que la obscuridad,
que la obscuridad, que la obscuridad.

 

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