Jan Saudek. "The White Blonde" 1997.
Tía Loreto...era una mujer jamona y jocunda, con esa jocundidad desparramada que sólo practican las gorditas; tenía unos muslos de amazona derrotada por la molicie, unos muslos de Venus excesiva (incluso para Rubens o Botero), unos muslos de celulitis blanca, como de harina que se rozaban entre sí, sobre todo en verano, que es cuando los muslos se dilatan. Tía Loreto, mientras jugaba a la brisca, se abanicaba el coño, o dejaba que yo se lo abanicase, para escándalo de sus amigas, que ya veían al sobrino algo talludito y propenso a las erecciones:
-Ten cuidado, Loreto, no sea que el crío se te empalme.
Pero yo sólo tenía doce años, o si tenía más no los aparentaba, y mis erecciones, breves, mansas, apenas reseñables, pasaban desapercibidas para tía Loreto, que por otra parte era permisiva y no se fijaba mucho. El coño de tía Loreto, como corresponde a una tía jamona, era de una sustancia magra y llena de rojeces, como formado por lonchas de jamón de jabugo, y estaba siempre limpio, oloroso a jabones y toilettes, a pesar de los entresudores suscitados por los muslos. A mí me gustaba abanicarle el coño a tía Loreto (con abanico o paipai, indistintamente), para aliviárselo de escoceduras y sofocones, y comprobar cómo sus facciones se abrían en una sonrisa, agradeciendo la ventilación. El coño de tía Loreto era blando, plumífero y cacareante como una gallina clueca; a mí, lo confieso, no me habría importado ser huevo, para que tía Loreto me hubiera empollado allí dentro durante meses. *
* Tomado de "El coño de tía Loreto" de Juan Manuel de Prada, en "Coños" Editorial Valdemar, Madrid 2000.
Muy caliente , más bien tórrido .. me gusta.
ResponderEliminarGracias por compartir , la fotografía genial , muy explícita .
Saludos.
Igual de elegante que un librito de 'Literatura Popular Obscena' que tengo por ahí perdido por la librería de casa, igualXD ¡Saludos!
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