"BARCELONA I JO"
Autor e intérprete: Joan Manuel Serrat
Todos amamos a una ciudad, la que nos vió nacer, la
que nos adoptó o la que nos vió nacer y crecer, en la que está nuestra
historia, nuestros amores, nuestra identidad, la que nos cuenta nuestra propia
historia a cada paso que damos por ella y se vuelve entrañable y querida, al
grado de sernos indispensable.
Esto le sucede a Serrat con Barcelona, la ciudad de
su vida, en la que nació y a la que siempre regresa, aunque se pase la vida
recorriendo el mundo, por eso un día, decidió hacerle a su ciudad, la canción
que le debía, aunque muchas de sus canciones y todas en conjunto hablen
implícitamente de ella, pues la música y las letras del barlelonés genial,
están siempre impregnadas de su ser catalán y de la ciudad que ama.
En Barcelona y yo Serrat, hace un retrato
conmovedor, crítico y amoroso de su amada ciudad, con los problemas y
deformidades de todas las grandes ciudades, pero también con las cosas bellas
que no dependen de su trazo o estructura, sino de las relaciones derivadas del
entramado social y cultural, de todas esas cosas no visibles para el visitante,
pero obvias, necesarias y entrañables para el que en ellas vive.
BARCELONA
Y YO.
A medida
que llegan hombres
se hace
grande la ciudad.
A medida
que los pies le crecen
se le
achica la cabeza.
A medida
que crece olvida,
hinchada
de vanidad,
que bajo
el asfalto está la tierra
de los
antepasados.
A medida
que pierde la medida
va
llenándose de prisioneros,
de
robinsones de andar por casa,
náufragos
en medio del barullo
que viven
vidas pequeñas
en
pequeños mundos de hormigón.
Así están
las cosas entre
Barcelona
y yo
Mil
perfumes y mil colores.
Mil caras
tiene Barcelona.
La que
Cerdá soñó,
la que
malogró Percioles,
la que
devoran las ratas,
la que
vuelan las palomas,
la que se
moja en la playa,
la que
trepa por las colinas
la que
por San Juan se quema,
la que
cuenta para bailar,
la que me
vuelve la espalda
y la que
me da la mano.
A medida
que la camino
bajo los
pliegues de su vestido
y que le
aliso las arrugas
con la puntita
del dedo
me silban
las esquinas
aquella
vieja canción
que sólo
sabemos la luna,
Barcelona
y yo.
La quiero
desnuda y entera
resbalando
entre dos ríos
con sus
fantasías
y sus
cicatrices.
La quiero
con el entusiasmo
de un
recluta enamorado
porque
está viva y porque se queja
mi ciudad.
BARCELONA I JO.
A mida que arriben homes
es va fent gran la ciutat.
A mida que els peus li creixen
se li fa petit el cap.
A mida que creix oblida,
inflada de vanitat,
que sota l'asfalt hi ha la terra
dels avantpassats.
A mida que perd la mida
es va omplint de presoners,
de robinsons d'estar per casa,
nàufrags enmig del merder
que viuen vides petites
en petits móns de formigó.
Així estan les coses entre
Barcelona i jo.
Mil perfums i mil colors.
Mil cares té Barcelona.
La que en Cerdà somnià,
la que va esguerrar en Porcioles,
la que devoren les rates,
la que volen els coloms,
la que es remulla a la platja,
la que s'enfila als turons,
la que per Sant Joan es crema,
la que compta per dansar,
la que se'm gira d'esquena
i la que em dóna la mà.
A mida que la camino
sota els plecs del seu vestit
i li repasso les arrugues
amb la punteta del dit
em xiulen les cantonades
aquella vella cançó
que només sabem la lluna,
Barcelona i jo.
L'estimo nua i sencera
relliscant entre els dos rius,
amb les seves fantasies
i les seves cicatrius.
Me l'estimo amb la fal·lera
d'un caloio enamorat
perquè és viva i perquè es queixa
la meva ciutat.