lunes, 9 de julio de 2012

MÉXICO LINDO Y QUERIDO. El Conflicto Postelectoral.



EL CONFLICTO POSTELECTORAL






La crónica de una elección anunciada, se topó con la realidad que cambió todo el libreto: la cúpula del PRI, imaginó una campaña sin contratiempos y un triunfo holgado e incuestionable, pero el garrafal error de su candidato cuando no supo responder ¿cuáles eran los libros que habían marcado su vida? en la Feria Internacional del Libro en Guadalajara; el cuestionamiento y rechazo abierto de los estudiantes de la Iberoamericana hacia Peña Nieto, su declinación para acudir a todos los debates a que fue invitado que no fueran los del IFE, su excesiva cautela y falta de definición clara ante los problemas principales del país, acabaron con el sueño de una campaña sin contratiempos ni situaciones bochornosas y hasta vergonzosas, pero eso no fue todo.

Otro aspecto de lo que "ya se sabía que iba a suceder", que tampoco se ajustó a lo previsto, era que López Obrador iba a perder, como lo anticipaban las encuestas de preferencia electoral y no iba a aceptar su derrota como hace seis años y aún más, iba a repetir el "numerito" de hacer bloqueos de vías importantes y plantones con sus seguidores más fieles, la realidad ha ido mucho más allá, porque hay un cuestionamiento y rechazo de los resultados electorales, sólo que ahora, el problema principal, no es el conteo de los votos, lo que está más bajo sospecha es el proceso, la coacción y la manipulación del electorado más pobre y menos informado para que votara por el PRI y el gasto de millones de pesos para comprar monederos electrónicos que fueron repartidos entre los que tendrían que votar por quien les dió el regalo, hecho que entra en el terreno de los topes para el financiamiento de las campañas y de comprobarse se convertiría en delito electoral.

Pero lo más sorprendente, lo que nadie se imaginó, fue el nuevo despertar de los estudiantes y los jóvenes en general, en el contexto de las movilizaciones del tipo de: los "indignados" los protestantes de Wall Street, los estudiantes chilenos y otras revueltas juveniles, el movimiento #YoSoy132, ha potenciado y catalizado la manifestación de distintos sectores de la sociedad, aún antes de que López Obrador fije una posición respecto al resultado de la elección y decida como va a actuar, ya por todo el territorio nacional la gente está saliendo a la calle a protestar y sin que lo haya declarado nadie, yo me atrevo a decir que las protestas no son contra los resultados de la elección, ni contra Peña, ni a favor de López, son, aunque no se vea aún claro, contra el sistema político mexicano, contra la cultura política que padecemos y los hábitos corruptos y nefastos que practica el estado y los partidos políticos.

Hoy quien está saliendo a la calle no es López Obrador y sus seguidores, es mucho más que eso, algo que ni él mismo se imaginó, las marchas del sábado en las principales ciudades del país, no serían así de tumultuosas si las convocara él y el hecho todavía más asombroso, que parece que nadie percibe y debería preocupar en serio a la cúpula "priísta" y a su candidato Peña, es que mientras se multiplican las manifestaciones contra el proceso electoral, sus resultados y el presunto vencedor, la gente que votó por Peña Nieto y que se supone es mayoría, no sale a la calle a defender su voto, su decisión y a su candidato y eso es grave, porque probaría que en efecto, los que votaron por Peña, no lo hicieron con convicción y cambiaron su voto por un monedero electrónico, 500 pesos o un programa de SEDESOL y ahora, le importa un comino lo que pase con el candidato, con el resultado de la elección y con el país.




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