lunes, 25 de junio de 2012

EDUCACIÓN Y ELECCIONES.





EL VIEJO TRUCO DE DECIR LAS COSAS DE FORMA QUE NADIE ME ENTIENDA.




 


En mi familia ser profesor no era una ocupación insólita, al contrario, era bastante común y yo, desde niño, asumí mi destino y tuve la idea de que esa era la ocupación indicada, luego pasé más de 25 años en las aulas, enseñando Historia y con ese pretexto, valores y actitudes individuales y sociales que influyen determinantemente en la historia de los grupos, las sociedades y las naciones, dándome cuenta de que la educación, formal (la escuela) o informal (la familia, el entorno social, otras instituciones no escolares), son un factor de gran importancia en las dinámicas sociales, a lo largo de grandes períodos históricos o en coyunturas específicas como las electorales.

Pero hablar de educación implica una cantidad de cosas tan enorme que necesitaría un libro, tan sólo para exponer lo que yo se al respecto, así que para simplificar las cosas hablemos de conocimientos que el hombre y la mujer comunes necesitan poseer para incidir verdaderamente en su entorno social y en las decisiones y acciones históricas que transformen su nación.

Por supuesto que lo ideal sería que todos tuviéramos los conocimientos elementales de cada ciencia exacta: Biología, Física, Química y nociones básicas de las herramientas matemáticas que interpretan y explican muchas cosas, para que medianamente  podamos manejar, las bases de una forma de pensar científica que contrarrestara mitos y creencias que no nos permiten interactuar favorablemente con nuestro entorno y esto sería posible con una educación básica consistente, no simulada, ni soslayada por los que gobiernan y a quienes conviene que los gobernados vivamos en la ignorancia.

También deberíamos tener nociones elementales de Historia de nuestra nación y de las formas en que llagamos a tener las sociedades que tenemos, los gobiernos que tenemos, las instituciones que tenemos y los ciudadanos que somos, pues sin esto, nuestra participación en la vida pública y política está seriamente limitada, tales limitaciones, se hacen más claras en momentos como el que estamos viviendo, el proceso para elegir al próximo presidente de la República.

Un porcentaje altísimo de ciudadanos andamos a la deriva, sin entender los planteamientos de los candidatos, que además a propósito, son muy vagos y nunca explicados y cuando tienen cierto cuerpo, cierta sustancia, son planteados con los términos de la Economía, la Sociología, la Demografía y otras disciplinas que el ciudadano común no domina, por lo tanto reduce lo escuchado a fórmulas simplistas que no le sirven para interpretar lo que está sucediendo y por lo tanto, no le ayudan tampoco a tomar una decisión adecuada al ejercer su voto.

Como ejemplo, la noción mayoritaria que tiene el mexicano acerca de la economía nacional es que "somos un país rico en recursos, pero no progresamos porque los gobernantes son ladrones" esta idea se puede escuchar todos los días en el transporte público, en la calle, el mercado y cualquier sitio público y es cierta, pero muy limitada, tan limitada que no permite entender gran cosa, porque nadie nos explica que vivimos en el capitalismo, ni que era el capitalismo en sus inicios, ni cómo es ahora, ni cuál ha sido la evolución del capitalismo en México, ni cómo funciona la economía mexicana actual, ni cómo está insertada en el contexto global, ni cuál ha sido la suerte de la economía mexicana en la actual crisis mundial, si todos los mexicanos que vamos a votar tuvieramos una idea elemental de esto, podríamos entender qué tan consistentes son los planteamientos de los candidatos, cómo refutarlos o cuestionarlos y si es conveniente votar o no por alguno de ellos, a partir de lo que dicen de la economía y de las propuestas que hacen para mejorarla.



 CONTINUARÁ...


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