IGLESIAS DE YUCATÁN.
Nuestro país tiene una variedad de iglesias en cuanto a su colorido
estilístico. Nos podríamos pasar visitando cada uno de los estados de la
República Mexicana para confirmar la verdad de esta afirmación. Los
templos son una muestra fehaciente de la variedad de estilos
arquitectónicos en nuestra nación y son, de alguna manera, ejemplos de
períodos de una historia de la arquitectura en México.
Dedicaremos este espacio para nuestras reflexiones sobre arquitectura
religiosa en el estado de Yucatán. Los franciscanos fueron la orden
mendicante que se desplazó a esta parte de la Nueva España para
efectuar sus tareas de evangelización. Para la realización de estas
labores religiosas no sólo construyeron conventos e iglesias, sino que
pintaron sus muros con impresionantes pinturas murales con motivos
religiosos.
Un recorrido por la serie de rutas de conventos e iglesias hará notar el
proceso de cambios en los estilos arquitectónicos. Ellos muestran
procesos estilísticos que van de elementos renacentistas - con
reminiscencias góticas- hasta llegar al barroco.
Si partimos de Mérida podemos dibujar dos líneas para agrupar los
distintos conventos e iglesias diseminados en Yucatán. Una ruta iría de
Mérida al poniente comprendiendo los conjuntos conventuales de Acaceh
hasta Umán en una hipérbola que nos regresa a Mérida. El otro camino
integraría Conkal hasta llegar a Valladolid, pasando por Izamal. En otro
momento dedicaremos unas líneas a algunas de estos conjuntos
conventuales,
La misma ciudad blanca (Mérida) tiene un sinfín de iglesias y conventos.
Los meridanos están orgullosos de tener la primera Catedral católica en
su tierra y efectivamente lo es. Está dedicada a San Idelfonso y posee
una inmensa cúpula a la manera de la Santa Maria dei Fiori de la ciudad de
Florencia y sea tal vez la primera en América Latina.
Si partimos de los programas arquitectónicos de los conjuntos
conventuales franciscanos encontraremos una variedad de elementos en
un mismo estilo arquitectónico, si es que podemos hablar con propiedad
de una forma arquitectónica definida.
Los elementos centrales de estos edificios religiosos son claramente
renacentistas tanto en su interior como en su exterior. Los detalles
exteriores que se aprecian en las iglesias y conventos mayas son los
contrafuertes laterales, una fachada sencilla y las espadañas a manera
de campanarios.
Los componentes interiores se destacan en un claustro sencillo al centro del
cual hay una fuente o pozo, el convento de dos pisos. En cuanto a la
iglesia es, regularmente, de una sola nave con bóveda de cañón con tres
puertas: dos laterales y una central que da al atrio.
Se distingue claramente en el interior de la iglesia la nave mayor y el
presbiterio delimitado por un arco triunfal. La bóveda del mismo
regularmente presenta nervaduras góticas. En este espacio se erige el
altar, lugar sagrado desde donde se ofician las liturgias y que
representaría la cabeza de Cristo.
Una mención especial es el ábside. En éste se pintaron murales con
pasajes de la vida de Cristo. Estos se cubrieron posteriormente con
retablos de madera.
En la capital del estado de Yucatán encontramos varios barrios que se
distinguían por el tipo de oficio al que se dedicaban sus moradores. Así
encontramos los barrios de Santiago Apóstol, San Sebastián, San
Cristóbal, Santa Lucía, San Juan, de la Mejorada y Santa Ana. La
peculiaridad de los barrios son sus iglesias, sus parques como lugares de
reunión y esparcimiento, y el comercio, pues en sus alrededores se
encuentra un mercado con diversos locales de comida típica yucateca.
La nota característica de estas iglesias de barrio son sus dimensiones.
Todas ellas son pequeñas, no tienen un convento anexo y están
dedicadas a un santo particular. Las fachadas son sencillas y se
distinguen sus espadañas a manera de campanarios. Se ofician misas y
se realizan diferentes ceremonias religiosas como matrimonios y
bautizos.
Como ya mencionamos, la capital yucateca tiene una Catedral. Está se localiza enfrente del
Palacio Municipal y a un costado del Palacio del Gobernador. Estos
edificios se encuentran perfectamente separados por un parque que los
meridianos llaman Plaza Mayor. Vistos en conjunto desde el cielo se
aprecia la retícula con que se trazó la ciudad de Mérida. Muy acorde con
el diseño de las ciudades en la Nueva España: un cuadrado con un
parque al centro y los edificios civiles y religiosos a su alrededor.
La Catedral de Mérida se comenzó a erigir en 1562 y posteriormente se
le denominó catedral, pues desde ahí la jerarquía eclesiástica dirime
los asuntos eclesiásticos que tienen que ver con las funciones y misiones de
la iglesia católica.