AL KOOPER & MIKE BLOOMFIELD.
Era el año de 1965 y en los estudios de Columbia, se estaba grabando el histórico disco de Bob Dylan, Highway 61 revisited, a ese lugar acudió Al Kooper, músico de estudio que, en ese tiempo tomaba pequeños trabajos de vez en cuando y esperaba participar en la grabación de la sensación del momento, el casi adolescente Dylan.
Kooper había acudido al enterarse de que necesitaban a un guitarrista, llegó y mientras esparaba a que empezara la sesión, observó a otro músico que ensayaba con su guitarra, al escucharlo Kooper, comprendió que no tenía oportunidad, el chavo que estaba allí, calentando los dedos, era un prodigio con la guitarra, su nombre, lo sabría después, Mike Bloomfield.
Pero como no tenía nada mejor que hacer, decidió quedarse a presenciar la sesión de grabación, tiempo después, se hizo un receso y todos se fueron a comer, el pobre de Al era literalmente, el pobre de Al, y no traía ni para un pinche hot dog, así que mientras los otros regresaban, se entretuvo tocando un Hammond que estaba allí y que ni siquiera estaban utilizando.
Como en su mente aún estaba la canción que se estaba grabando, se puso a improvisar una entrada con el mencionado órgano, al reiniciarse la grabación, empezó a tocar la entrada que acababa de inventar, el productor le hizo señas de que dejara de tocar y de estropear la toma, pero Dylan, le pidió que siguiera, así nació una de las introducciones a una de las canciones, más famosas de la historia, la rola voló y voló hasta los primeros lugares de popularidad y en la actualidad es considerada por muchos como la mejor canción de todos los tiempos, además de ser el emblema del dylanismo, "Like a rolling stone".
A partir de ese momento, Kooper y Bloomfield, tocaron juntos en inumerables ocasiones, llegando a constituir un dueto que hizo varias grabaciones y presentaciones memorables, su disco Super Session, es considerado como "la obra maestra del blues blanco", pero esa... es otra historia.
Kooper había acudido al enterarse de que necesitaban a un guitarrista, llegó y mientras esparaba a que empezara la sesión, observó a otro músico que ensayaba con su guitarra, al escucharlo Kooper, comprendió que no tenía oportunidad, el chavo que estaba allí, calentando los dedos, era un prodigio con la guitarra, su nombre, lo sabría después, Mike Bloomfield.
Pero como no tenía nada mejor que hacer, decidió quedarse a presenciar la sesión de grabación, tiempo después, se hizo un receso y todos se fueron a comer, el pobre de Al era literalmente, el pobre de Al, y no traía ni para un pinche hot dog, así que mientras los otros regresaban, se entretuvo tocando un Hammond que estaba allí y que ni siquiera estaban utilizando.
Como en su mente aún estaba la canción que se estaba grabando, se puso a improvisar una entrada con el mencionado órgano, al reiniciarse la grabación, empezó a tocar la entrada que acababa de inventar, el productor le hizo señas de que dejara de tocar y de estropear la toma, pero Dylan, le pidió que siguiera, así nació una de las introducciones a una de las canciones, más famosas de la historia, la rola voló y voló hasta los primeros lugares de popularidad y en la actualidad es considerada por muchos como la mejor canción de todos los tiempos, además de ser el emblema del dylanismo, "Like a rolling stone".
A partir de ese momento, Kooper y Bloomfield, tocaron juntos en inumerables ocasiones, llegando a constituir un dueto que hizo varias grabaciones y presentaciones memorables, su disco Super Session, es considerado como "la obra maestra del blues blanco", pero esa... es otra historia.
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